Tal y como adelantaba la semana pasada en las redes sociales, voy a continuar con la sección ‘Biblioteca’ hablando del primer librojuego que leí en los años 80. Como ya desvelaba, y no podía ser de otro modo, se trata de uno de los títulos que componían la famosa colección ‘Elige tu propia aventura’.

En concreto, estoy hablando de ‘El misterio de Chimney Rock’. Ése es el primer librojuego que recuerdo haber leído en mi vida y que por suerte aún conservo. Como se puede ver en la imagen, algunas de las páginas se han despegado por el paso del tiempo y no se encuentra en muy buen estado a pesar de mis cuidados, pero me siento muy afortunado de conservarlo aún.

Recuerdo las muchas horas que pasé leyéndolo de niño, volviendo atrás en la trama para probar opciones distintas, sujetando las páginas con los dedos para regresar si me topaba con un final inesperado. El hecho de ojearlo de nuevo me arrastra irremediablemente hasta esa época de mi niñez, que recuerdo con gran cariño.

Publicado originalmente en el año 1980 por Bantam Books, mi edición española de la Editorial Timun Mas está fechada en 1984. Por esa época yo sólo tenía 4 años y no sé con seguridad cómo este librojuego llegó a mis manos o cuándo lo hizo exactamente.

Pero lo que sí sé es que fue una suerte que llegara hasta mí porque no cabe duda de que eso me marcó para siempre. Quién me iba a decir a mí que muchos años después yo iba a acabar escribiendo libros de fantasía, y en concreto un librojuego como ‘Héroes del Acero’, con el que a su vez he hecho disfrutar a tantas personas, igual que yo disfruté en su día con ‘El misterio de Chimney Rock’.

Por eso puedo afirmar con seguridad que en ‘Héroes del Acero’ se encierra parte de la esencia de este librojuego que os presento ahora, parte de esos sentimientos que despertó en mí de niño. Mientras escribo estas líneas me detengo a mirar su portada, y de nuevo me veo a mí mismo tumbado en mi cama, en una casa en la que ya hace años que no vivo, pasando las páginas de este libro para tratar de encontrar el mejor de los finales. Y no era tarea fácil, porque tiene un total de 36 desenlaces distintos.

Cuánto bien han hecho los librojuegos por muchos de nosotros, por toda una generación me atrevería a decir. Por eso me siento tan satisfecho por aportar mi pequeño grano de arena para dar forma al gran castillo de los librojuegos, un género que por suerte está ganando fuerza otra vez, poco a poco, aunque cada día con más intensidad.

Como he dicho, ‘El misterio de Chimney Rock’ fue mi primer librojuego. Al igual que me pasó a mí con esta obra, sé que ‘Héroes del Acero’ ha sido el primer librojuego de muchos. Ojalá dentro de 30 años alguno de esos lectores lo recuerde con el mismo cariño que yo siento ahora por este libro, que sin duda significó el comienzo de mi amor por los librojuegos.